Muchos pensareis que una boda lluviosa es triste, desangelada, pobres novios… me equivoco? Pues hoy os quiero mostrar que el alma de la boda son las personas que participan en ella, ya puede llover a mares… aquí no veréis ni una mala cara ni una persona triste, al contrario, todo es felicidad y ganas de disfrutar!